lunes, 8 de mayo de 2017

La filia del cornezuelo

De Elizabeth Montoya

Los indígenas llamaron huitzmamaxalli a esta leguminosa cuya relación con las hormigas del género Pseudomyrmex fue descrita por primera vez en el siglo XVII por el naturalista Francisco Hernández, quien destacaba que la planta vive asociada con hormigas agresivas que la defienden del exterior.

El cornezuelo (Acacia cornigera).
La interacción biológica entre los individuos de estas dos especies es de tipo mutualista, es decir, resulta en beneficios para ambas. En 1966 el biólogo Daniel H. Janzen publicó un estudio en el que resume los elementos que constituyen esta asociación: la planta proporciona refugio a las hormigas, quienes construyen sus nidos en el interior de las grandes y ahuecadas espinas de Acacia cornigera y al mismo tiempo protegen a la planta contra el ataque de herbívoros.

Las hormigas Pseudomyrmex ferruginea viven en las espinas de Acacia.

Las ramas de Acacia con hormigas presentan una menor proporción de insectos herbívoros (Adaptado de Janzen, 1966).

Otro servicio que las hormigas dan al cornezuelo es la poda constante de la vegetación circundante, eliminando así la competencia para la planta, lo cual se refleja en un mayor crecimiento y supervivencia de la planta.

Las plantas de Acacia con hormigas crecieron más rápido (Adaptado de Janzen, 1966).
El porcentaje de supervivencia es mayor en las plantas con hormigas (Adaptado de Janzen, 1966). 

En 2009 Willmer y colaboradores explican que la planta permite el contacto con ciertos insectos polinizadores (específicamente abejas) controlando selectivamente el ataque de las hormigas y esto lo logra mediante la secreción de ciertas sustancias químicas en las flores que tienen una doble función específica:
          1) repele a las hormigas
          2) atrae a las abejas


Inflorescencias del cornezuelo.
Una vez que las flores fueron polinizadas, la Acacia cesa la producción de esta sustancia repelente/atrayente y las hormigas continúan defendiendo a la planta. Y mientras dura la temporada de polinización, para que las hormigas no pasen hambre Acacia produce un extra de néctar en forma de glóbulos ricos en glucógeno (lípidos y proteínas) que se encuentra disponible en otra parte de la planta, lejos de las inaccesibles flores. Este alimento se conoce como Cuerpos de Belt y son secretados en el ápice de los foliolos.

 
A este tipo de organismos que establecen alguna relación con hormigas se les conoce como mirmecófilas y el significado literal de mirmecofilia es afinidad (o amor) por las hormigas, este término se refiere a una amplia gama de tipos de interacciones planta-hormiga, aunque tradicionalmente se asocia más con interacciones defensivas de la planta por parte de las hormigas.


Acacia cornigera.
¿Dónde hay plantas mirmecófilas?

Un análisis de Ek del Val y Rodolfo Dirzo en 2004 resalta que la distribución de mirmecófilas se concentra en la región ecuatorial. Los autores sugieren que dicha distribución se relaciona con cambios abruptos en la temperatura (a lo largo del día y también a lo largo del año) en las regiones templadas, en las cuales las plantas no podrían proveer alimento de manera permanente a las hormigas y por lo tanto no podría gozar de una defensa constante en el tiempo. Así mismo, este fenómeno es más común en el Nuevo Mundo, donde se encuentra el 53% del total de especies mirmecófila. Una curiosidad es el hecho de que el género de plantas al que pertenece el cornezuelo, Acacia, en Australia no presenta asociaciones con hormigas.
Zonas tropicales en el mundo, se señala el número de especies mirmecófitas por continente (del Val y Dirzo, 2004).
 
Aquí dejo una publicación en National Geographic y un vídeo que se encuentra en Youtube con un poquito más de información sobre esta interesante relación:



Referencias:
del Val, E. y  Dirzo, R. 2004. Mirmecofilia: las plantas con ejército propio. Interciencia 29(12): 673-679.
Janzen, D. H. 1966. Coevolution of mutualism between ants and Acacias in Central America. Evolution 20(3): 249-275.
Willmer, P., Nuttman, C., Raine, N., Stone, G., Pattrick, J., Henson, K., Stillman, P., Potts, S. y Knudsen, J. 2009. Floral volatiles controlling ant behaviour. Functional Ecology 23(5): 888-900.