Se reporta un experimento bonito sobre la utilidad de no "poner todas
los huevos en una canasta". Se escogieron dos pastos que crecen tanto
en un ambiente desértico (con precipitación muy errática) como en un
ambiente de clima mediterráneo (con precipitación más o menos regular).
Se encontró que, efectivamente, en ambas especies las poblaciones del
desierto adaptaron al mayor riesgo teniendo más dormancia y semillas más
pequeñas. Esto es menos riesgoso porque implica tener menos inversión
en biomasa y menos germinación en un punto determinado del tiempo. Se
supone que encontramos estas características en muchas malezas también,
aunque no está muy bien estudiado.
Volis, S., 2012.
Demographic consequences of delayed germination in two annual grasses
from two locations of contrasting aridity. Perspectives in Plant
Ecology, Evolution and Systematics 14(5): 335-340. (Acceso restringido)
|
Fynbos, cerca de Kareedouw, Sudáfrica. En el primer plano, una proteácea; lo que
parece pasto a la izquierda pertenece a las Restionaceae y en el fondo a la derecha
hay más Proteaceae, y además Ericaceae. |
En
el mismo número de la revista se encuentra un estudio sobre la
restoración de un tipo de vegetación muy llamativo de Sudáfrica, el
fynbos. Se probaron varios diferentes métodos: corte mecánico, quema,
varias técnicas de restoración de suelo y siembra de especies nativas.
Lo interesante fue que también se evaluaron efectos de utilidad de la
vegetación nativa recuperada, a través de la recolecta de las flores
llamativas (Ericaceae y Proteaceae) de esta vegetación. Resultó que una
vez quitada la vegetación invasora (un matorral de
Acacia, sitios dominados por el zacate kikuyo,
Pennisetum clandestinum, y una plantación de
Eucalyptus),
las especies nativas sí se regeneraron a partir del banco de semillas;
la siembra no tuvo ningún efecto. El análisis financiero fue ambiguo: a
veces sí cubrió los costos adicionales, y a veces no.
Gaertner, M., H. Nottebrock, H. Fourie, S. D. J. Privett y D. M. Richardson, 2012.
Plant invasions, restoration, and economics: Perspectives from South
African fynbos. Perspectives in Plant Ecology, Evolution and Systematics
14(5): 341-353. (Acceso restringido)
Simberloff
et al. revisaron el número de especies nativas y exóticas para Estados
Unidos, que se han percibido invasoras, o sea, aparecieron en grandes
cantidades donde no estaban deseadas en ambientes naturales. Encontraron
que especies exóticas naturalizadas están 40 veces más probables de ser
invasoras, justificando así el enfoque en las especies exóticas.
Claro, las especies exóticas que llegan a otro lado generalmente ya tienen predisposición para ser malezoides. Pero, tendría curiosidad si esto será lo mismo en México ¿con su historia de perturbación más larga?
Simberloff, D., L. Souza, M. A. Nuñez, M. N. Barrios-García y W. Bunn, 2012. The natives are restless, but not often and mostly when disturbed. Ecology 93: 598-607. (Acceso restringido)
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