domingo, 30 de septiembre de 2007

¿Cómo se descubren nuevas especies de malezas?

Polygonum nepalense, una especie nueva e invasora, cubriendo una milpa cerca de Capulhuac, Estado de México.

Es relativamente raro que nuevas especies de malezas se encuentren en el transcurso de revisiones taxonómicas, como para las especies nativas y no-malezas. Esto se debe a que los especialistas generalmente enfocan sus esfuerzos - por razones completamente lógicas - a los grupos de plantas nativas que presentan problemas con su taxonomía.

Pero esto no quiere decir que son inútiles los herbarios para la documentación de malezas y plantas exóticas invasoras. Para revisiones regionales se examinan todos los ejemplares de la región bajo estudio, también los que no han sido identificados - por ejemplo, para proyectos de Floras (libros que describen todas las plantas de una región, como el Valle de México o el Bajío) . Estas revisiones sistemáticas frecuentemente exponen especies previamente desconocidas para la región y probablemente son la fuente más común para el nuevo conocimiento.

Los floristas y los agrónomos interesados, generalmente juegan un papel más importante en el descubrimiento de nuevas especies de malezas. Encuentran una especie que no conocen, a menudo en un ambiente perturbado, y, cuando no tienen éxito con las Floras locales, lo intentan con Floras de Estados Unidos, de Guatemala o europeas, y lo encuentran, o lo llevan con un especialista.

La mayoría de las especies nuevas que yo he encontrado, fueron resultado del azar - estando parada en un semáforo en el Fraccionamiento Sta. Elena, cerca de Toluca (Hypochaeris radicata), esperando en un taller mecánico (Cirsium tenuiflora), esperando a alguien afuera del edificio del Jardín Botánico de la UNAM (Polycarpon tetraphyllum) o buscando plantas a fotografiar para el sitio Malezas de México (Ranunculus sardous). Es relativamente común encontrar más plantas exóticas en sitios donde ya existen otras - por ejemplo, encontré a Anchusa arvensis dentro de una población de Cirsium vulgare que me había llamado la atención desde el coche, o Polygonum nepalense, porque fuimos a sacar fotos a un sitio donde sabía que prosperaba Oxalis pes-caprae.

Otras especies se encuentran por búsquedas sistemáticas, por ejemplo, en vías de ferrocarril (Hirschfeldia incana), y en el transcurso de la documentación de muestras de vegetación. Por ejemplo, en un proyecto sobre la vegetación urbana de la Ciudad de México (de lo cual se publicó un listado aquí, pdf) se encontraron 26 especie que no se conocian antes del Valle de México - 10% del total. Varias venian de regiones más tropicales, reflejando el clima urbano de la metrópolis que ya casi no conoce heladas, por ejemplo la amargosa, Parthenium hysterophorus, Melampodium divaricatum, Datura quercifolia o Bidens pilosa. Otras eran nuevos registros para el país, como Chenopodium giganteum, Amaranthus muricatus o Guizotia abyssinica (el niger).

Cabe mencionar que el proceso de descubrimiento de nuevas malezas y exóticas es sumamente azaroso y también muy tardado. Pueden pasar décadas entre el descubrimiento y una publicación. No existe un sistema de alerta ni de respuesta ágil a especies que pueden causar daños millonarios a la agricultura y las áreas naturales.

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