miércoles, 17 de junio de 2015

Sudáfrica 2. Australopithecus y Paranthropus


En Sudáfrica se encuentran numerosos sitios paleontológicos/arqueológicos con restos fósiles no solo de diversos animales silvestres extintos, sino también de los animales que más nos interesan: nuestros ancestros. Desde hace mucho quería ver uno de estos sitios, así que el domingo pasado, después de dormir como 12 horas despues de dos noches en avión, me fue de visita.

Un poco al norte de Johannesburgo y al oeste de Pretoria se encuentra una región calcárea, karstica, con numerosas cuevas muy antiguas. Para fines de promoción turística, le pusieron el nombre de Cuna de la Humanidad (Cradle of Mankind); es designado Patrimonio de la Humanidad. Fui a una de las dos cuevas que son de acceso público y la más famosa, llamada la cueva de Sterkfontein (o manatial fuerte). Aquí se han encontrado los restos de alrededor de 500 esqueletos de hominides.


Al llegar, hay una cafetería, tienda y un pequeño, pero muy bien hecho, museo de sitio. Se hacen recorridos guiados cada media hora, pero no había demasiada gente - cada grupo era de 5-10 personas.



Y por qué hay tantos fósiles aquí?

Esto es el paisaje: cerros suaves, cubiertos con pasto y otras plantas.



Los ecólogos dicen que es un climax de fuego - se mantiene abierto por los incendios frecuentes, causados por tormentas eléctricas. Hay muchas especies no solo de pastos, sino también de todo tipo de hierbas, muchos de ellos con estructuras subterráneas que les protegen del calor (geófitas). A menudo estos contienen nutrientes interesantes para recolectores. Los arbustos y árboles solo se mantienen en barrancas y agujeros, donde no les alcanza el fuego.

Pero este paisaje al parecer poco emocionante engaña: toda la región parece un queso suizo. Está compuesto por rocas calizas (dolomía). El agua las disuelve poco a poco y así se forman cavidades, de manera muy parecida a los cenotes en Yucatán (nada mas que la roca caliza que constituye la península es mucho más jóven).



Así que estos mismos pequeños sitios arbolados que prometen alimento y escondite pueden ser trampas mortales: pueden carecer de fondo y conducir al incauto a una caída estrepitosa y luego la muerte. Así les pasó a incontables antílopes, tigres de sable, monos, puercoespines, o hienas ahora extintos. Y también a varios primates que se consideran ramas en el árbol evolutivo del ser humano moderno.

Así se ve una de estas trampas mortales desde abajo.


La cueva fue descubierta por mineros, quienes estaban extrayendo los stalactitos y stalagmitos para hacer cemento.

Entonces, aquí unas fotografías del recorrido:

Esto es la entrada y nuestro guía.

Así inicia la cueva.

Todavía hay algunos restos de los estalactitas y estalacmitas

Con este truco nuestro guía muestra que es un mineral

Bajamos hasta el nivel del agua. En esta agua viven algunos camaroncitos ciegos, propios de cuevas. Tienen menos de un centímetro, apenas se veian.


Siguen las excavaciones del sitio. Pero, claro, no nos dejan acercar. De manera de ilustración, en un sitio dejaron algunos huesos de un antilope para que veamos cómo queda.


Una sitio de excavación activo, con su reja.


De regreso se tienen que atravesar algunos lugares muy estrechos y bajos, pero no es nada difícil.



El pequeño museo también vale la pena. Recorre la historia de la vida en la tierra, luego de los diversos ancestros de los humanos, y luego aquellos dentro del género Homo. Supongo que algunos de los fósiles no son originales, sino reconstrucciones, pero de todas maneras está bien hecho. Aquí algunas ilustraciones:



Aquí se explica el proceso de la fosilización.

Esto es una exhibición de cráneos y huesos de hominidos y humanos encontrados en diversos sitios de Sudáfrica.

Esto es un cráneo fósil de Australopithecus africanus muy famoso, encontrado en el sitio.


Y estos dos son cráneos de dos diferentes especies de Paranthropus.

En el pequeño recorrido de la salida de la cueva de regreso al estacionamiento, también hay algunas cosa que ver. Por ejemplo, un sitio (también ya histórico) de las primeras excavaciones.



Y, por supuesto, plantas!

Una vieja conocida, Bidens pilosa.

Igual unos magueyes, plantas introducidas a Sudáfrica desde América.

Esto es una planta nativa. Es una rodadora, o sea, dispersa sus semillas al moverse esta estructura con el viento, rodando. En este caso no es toda la planta, sino solo su inflorescencia. Se llama Boophone distica (Amaryllidaceae).

¿Y qué la adaptación al fuego de este pasto?

Finalmente, el día cerró con broche de oro, al encontrarme con una pequeña manada de changos en el camino de regreso. Luego me di cuenta que se trata de animales más bien un poco malezoides ... se han adaptado al ambiente creado por los humanos y son bastante comunes. Se trata del cercopiteco verde (o vervet monkey en inglés, Chlorocebus pygerythrus).



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