Es asombroso el nivel de confianza que desarrollan los animales silvestres cuando se acostumbran a no ser perseguidos, como es el caso en partes de Canadá.
En el ambiente urbano se encuentran, por supuesto, los confiados seguidores de los humanos, como las palomas y gaviotas ...
... las ardillas ...
... las diversas especies de patos ...
... y también los gansos canadienses, aquí en ambiente más natural.
Se ven las obras de los castores; este álamo lo cortaron a un lado de carretera.
También los animales de las montañas aprenden de esta convivencia. Estos borregos cimarrones estuvieron almorzando un buen rato en la orilla de la carretera, sin hacer mucho caso a los automovilistas que se detenían para tomar fotos (y no es parque nacional). Después de pastar ...
... cruzaron la carretera con toda tranquilidad, sabedores que no les sucedería nada.
Banff, la ciudad más turística de las Montañas Rocallosas canadienses, es famosa por los venados dizque silvestres que se la pasan aprovechando la infraestructura urbana:
Ni el perro les asusta.
Y luego se desplazaron al otro lado de la calle para evaluar el contenido comestible de un jardín particular, cuyos dueños olvidaron cerrar la entrada.
Por supuesto tanta cercanía causa conflictos, sobre todo porque los humanos pensamos que el animal que deja que uno se acerque es equivalente a un gato doméstico, y no es así. Hay numerosos accidentes y muertes cada año, por personas que se acercan tanto a un animal que se siente amenazado, o se pone entre una madre y su cría, entre un macho y sus hembras, o el animal y la basura comestible ... Por todos lados encontramos letreros informativos, que aconsejan cautela.
Este oso joven lo encontramos comiendo pasto tierno - ¡como vaca! - a un lado de la carretera que sube al Monte Washington, en la isla de Vancouver.
P.S. Esta foto sí la tomé desde el interior del auto.
En el ambiente urbano se encuentran, por supuesto, los confiados seguidores de los humanos, como las palomas y gaviotas ...
... las ardillas ...
... las diversas especies de patos ...
... y también los gansos canadienses, aquí en ambiente más natural.
Se ven las obras de los castores; este álamo lo cortaron a un lado de carretera.
También los animales de las montañas aprenden de esta convivencia. Estos borregos cimarrones estuvieron almorzando un buen rato en la orilla de la carretera, sin hacer mucho caso a los automovilistas que se detenían para tomar fotos (y no es parque nacional). Después de pastar ...
... cruzaron la carretera con toda tranquilidad, sabedores que no les sucedería nada.
Banff, la ciudad más turística de las Montañas Rocallosas canadienses, es famosa por los venados dizque silvestres que se la pasan aprovechando la infraestructura urbana:
Ni el perro les asusta.
Y luego se desplazaron al otro lado de la calle para evaluar el contenido comestible de un jardín particular, cuyos dueños olvidaron cerrar la entrada.
Por supuesto tanta cercanía causa conflictos, sobre todo porque los humanos pensamos que el animal que deja que uno se acerque es equivalente a un gato doméstico, y no es así. Hay numerosos accidentes y muertes cada año, por personas que se acercan tanto a un animal que se siente amenazado, o se pone entre una madre y su cría, entre un macho y sus hembras, o el animal y la basura comestible ... Por todos lados encontramos letreros informativos, que aconsejan cautela.
Este oso joven lo encontramos comiendo pasto tierno - ¡como vaca! - a un lado de la carretera que sube al Monte Washington, en la isla de Vancouver.
P.S. Esta foto sí la tomé desde el interior del auto.
los animales se an adaptado tan bien a un gran cambio
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